Este domingo, Boca eligió nuevo presidente: Jorge Amor Ameal. Daniel Angelici terminó su mandato y su reemplazo por el oficialismo era Christian Gribaudo, pero no pudo con su rival más fuerte. El nuevo mandamás, acompañado por Mario Pergolini y Juan Román Riquelme, arrasó en las urnas.
La fórmula que contaba con el máximo ídolo de la historia del club obtuvo 20.045 votos (52,84%), Gribaudo consiguió 11.607 (30,60%) y José Beraldi apenas 6.225 (16,41%); hubo 59 nulos.
Sin embargo, los festejos de la nueva dirigencia fueron tibios, medidos. Es que fue una jornada llena de irregularidades, como el propio Riquelme denunció. Por eso, a la hora de celebrar la victoria, las voces se alzaron, pero enseguida se apagaban. Es que estaban cerca Rafael Di Zeo y Mauro Martín, líderes de la barra brava xeneize, quienes miraban de manera intimidatoria a los triunfadores.
No hubo incidentes, pero sí recaudos para que no los hubiera. Temprano, Di Zeo pasó a hablar con Román y “la reunión se dio en buenos términos”; el propio barra había asegurado que no habría problemas, ganara quien ganara. Sin embargo, se encargaron de tratar de traidores a aquellos que no votaron por el oficialismo.
Mirá qué decía Riquelme sobre las irregularidades.