En 2018, Arturo Vidal llegó a Barcelona con la esperanza de acoplarse ganarse un lugar entre los titulares. Su polifuncionalidad le daba la posibilidad de sumarse al mediocampo de Sergio Busquets e Ivan Rakitic, o alternar algún puesto en ataque y hasta como enlace.
Sin embargo, nunca pudo afianzarse entre los once iniciales -sólo cuatro partidos en esa condición- e ingresó poco desde el banco -sólo en nueve cotejos-: apenas sumó 498 minutos.
Por eso, en diálogo con canal TV3 de España, el español admitió: “Me gustaría estar aquí siempre, pero he de ser objetivo y vivir el día a día. Si en diciembre o cuando acabe la temporada no siento que soy importante, tendré que buscar una solución y ampliar horizontes”.
Lo cierto es que dejó una excelente imagen en Bayern Munich y Juventus, pero ninguno de los dos clubes está buscando un futbolista con esas características; sí podría hacerlo otro exequipo suyo, como Bayer Leverkusen, ya que se desprenderá del volante Kai Havertz. Cabe recordar que Boca preparó en el último mercado de pases una oferta y, con nueva dirigencia, probablemente vuelva a la carga.
Mirá la intimidad del vestuario de Barcelona.