La foto de Nala, la perrita que vivía con Emiliano Sala en Francia, esperándolo en la puerta de su casa, cuando todavía se desconocía su trágico desenlace, dio la vuelta al mundo.
Todos querían conocer qué iba a pasar con la fiel compañera del jugador argentino que falleció en un accidente de avión. La hermana de él confirmó que se quedarían con ella y eso se pudo confirmar cuando la mascota captó nuevamente todas las miradas durante el velatorio del futbolista en la Argentina.
Las imágenes de Nala en la entrada del gimnasio en donde fue el funeral han tocado corazones y provocado lágrimas.
La perrita estuvo así hasta el último minuto con él. A cajón cerrado, el funeral comenzó con la familia junto al ataúd y desde temprano llegaron familiares, amigos y algunos vecinos de Progreso, un pueblo de 3.000 habitantes. Además, representantes del Nantes y Burdeos (clubes franceses en los que jugó) y del Cardiff (club al que iba a ser transferido) dijeron presente en el velorio del futbolista.
Luego, los restos fueron trasladados en un cortejo fúnebre hacia Santa Fe, donde fueron cremados.
Sala, de 28 años, y el piloto David Ibbotson, de 59, volaban el 21 de enero en un avión privado entre Francia y Gran Bretaña cuando desaparecieron de los radares a unos 20 kilómetros de la isla británica de Guernsey, situada en el Canal de la Mancha. El cuerpo de Ibbotson todavía no ha sido localizado.