Se fue otro duelo más y la brecha se agranda entre ambos. Novak Djokovic venció a Roger Federer y pasó a la final del Abierto de Australia. Fue por 7-6 (1), 6-4 y 6-3 en 2 horas y 18 minutos de juego.
Así, el historial entre ambos es de 27 a 23 en favor del serbio, quien se impuso en cinco de los últimos seis enfrentamientos y en Grand Slams lidera muy cómodo: once victorias contra cuatro (4-1 en el primer Major del año). Nole buscará su octavo título en Melbourne ante el ganador de Dominic Thiem vs. Alexander Zverev, quienes chocarán este viernes desde las 5:30 hs.
El inicio del duelo entre Novak y Roger fue favorable para el suizo, que sacó para set estando 5-4, aunque allí perdió el servicio y la historia cambió. Comenzó a fallar, acumuló errores no forzados, bajó el porcentaje de primeros saques y el número 2 del mundo no dejó que su rival reaccionara en el tie-break.
Luego se notó que Su Majestad estaba con problemas físicos. Dejó de trasladarse con normalidad, todo le costaba el doble y para el último campeón todo fue más fácil; no corrió riesgos de que el marcador titubeara y dominó ampliamente.
Roger venía de vencer en cinco sets a Tennys Sandgren y su presencia ante Djokovic estaba en duda: tenía molestias en la espalda y en la ingle, pero de todos modos se presentó, no se retiró (nunca lo hizo en sus 1.513 partidos) y el serbio se lo agradeció: “Respeto a Roger por haber jugado. Claramente no estaba ni cerca de su verdadero nivel en cuanto a movilidad. Lo respeto mucho por haber salido a jugar y dejar todo”.
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