El 11 de octubre de 2018, Juan Martín del Potro tenía enfrente a Borna Coric en Shangái, pero una caída le provocó la fractura de la rótula de su rodilla derecha. Se temió por una larguísima recuperación e, incluso, se especuló con un retiro que el propio tenista desmintió. Pasaron 131 días y la Torre volvió a las canchas.
En Delray Beach -donde fue campeón en 2011-, venció a Yoshihito Nishioka por 6-3 y 7-5 y ya está en octavos de final, donde enfrentará al local Reilly Opelka.
Sin embargo, al tandilense se le hizo cuesta arriba llevar adelante el partido de 1 hora y 50 minutos de juego: “Me costó. Lo sentí bastante. Me tocó un rival sólido, que me hacía correr; los puntos eran muy largos. Nishioka juega muy bien desde la base, pero estuve preciso en momentos específicos”. Respecto a su condición física, el número 4 del mundo aclaró que necesita seguir trabajando en sus piernas porque se sintió cansado sobre el final del segundo parcial.
Sin alarmarse, el campeón del US Open 2009 se sinceró: “No me siento bien en la cancha, pero creo que eso es muy normal por ahora. Espero estar mejor en la próxima ronda. Necesito tiempo para mejorar, para sentir confianza en mi rodilla. La prioridad es la salud. Lo más lindo es haber ganado; va a ser importante cómo me levante mañana. Antes del torneo ya habíamos pensado en que la prioridad es poder caminar, correr e ir de a poco para que los pasos sean firmes. Era positivo tomar ritmo, pero el desgaste que tuve, corriendo tanto en una primera rueda después de ciento y pico de días… Bueno, es difícil”.
El próximo jueves tendrá un rival aún más complejo: “Acaba de ganar el torneo anterior (New York Open), es una bestia sacando y le pega muy fuerte”.
¡Mirá el tremendo punto que Delpo le ganó al japonés!