El fútbol guarda en los jugadores historias de vida que, de una u otra manera, conmueven o llaman la atención. Sobre todo por los vaivenes profesionales, como los que vive Abner Felipe Souza de Almeida.
Más conocido sólo como Abner, el brasileño nació en 1996 en Londrina. Hizo inferiores en Curitiba y, en 2014 -con 18 años- llegó a Real Madrid para jugar en el Castilla. El lateral izquierdo debutó ante Atlético de Madrid, aunque luego comenzó a sufrir una serie de lesiones en sus rodillas y estuvo a punto de dejar el fútbol. Pero Zinedine Zidane -por entonces entrenador de la filial merengue- lo convenció para que no cometiera tal locura y siguiera luchando por su sueño.
El marcador de punta le hizo caso, volvió a intentarlo, pero sin demasiada fortuna en el gigante español. Tras tres años y 24 partidos allí, se fue cedido al Estoril, donde disputó 11 encuentros.
El club blanco volvió a prestarlo: esta vez, a Curitiba, su equipo de origen, actualmente en la Serie B de Brasil. Si bien a priori esto parecía un retroceso en su carrera, Abner lo tomó como una gran experiencia.
Le reveló a ESPN: “Argel me dio una confianza muy grande porque había cometido un error en un partido y me bancó. Cuando él asumió, me puso como titular y tuve una buena continuidad, jugando casi siempre los 90 minutos. Mi situación física mejoró, no tengo más problemas en la rodilla. Fue bueno volver a mi país, porque me reencontré con mis amigos y estoy cerca de mi familia”. Y vaya si así fue: disputó 18 cotejos en el último semestre.
Sin embargo, llegó una nueva caída en su carrera. Es que no renovó contrato y está buscando club. Sí, quien fuera una joven promesa de Real Madrid espera por el llamado de algún equipo (está en el radar de Santos) y, mientras, se mantiene en forma con un entrenador personal.
¡Así juega Abner!