Varias generaciones tienen como icono del tenis a ese zurdo marplatense con vincha que puso a la Argentina en los planos internacionales de este deporte y que, gracias a él, miles de chicos y chicas se metieron en ese viaje de jugársela con la raqueta. Guillermo Vilas es el “dueño” del tenis argentino, por lo que ganó y por su legado. Por eso duele su presente. Duele y mucho.
Willy, de 67 años, está en Mónaco, con su familia. Pero en modo hermético y no sólo por el coronavirus, sino por su estado de salud. Phiang, su esposa, de tanto en tanto publica alguna imagen, pero poco más se puede ver de su intimidad. Según reveló Olé, el ídolo nacional se encuentra en una etapa importante de una patología coincidente con un deterioro cognitivo. Estas complicaciones se vienen manifestando desde hace años, pero hoy están más fuertes que nunca y lo acosan con gravedad.
Tito Vázquez, en marzo de 2018, le reveló al programa Era Por Abajo: “Nadie lo dice, pero creo que él tiene un principio de Alzheimer. Y, según tengo entendido por gente que me ha hablado, lo han visto bastante mal. Pobre…”. Bueno, el ex capitán de Copa Davis conocía de cerca los síntomas y problemáticas, dado que alguien cercano las había sufrido. Siempre en base a la información de Olé, que esta vez no reveló a la fuente, hay un textual muy fuerte y gráfico.
“Fïsicamente no se nota, pero está muy deteriorado. Su salud mental está cada vez peor. Tiene algunos momentos de lucidez, pero no tiene plena conciencia de lo que sucede a su alrededor; incluso ha llegado a desconocer a amigos. Tiene momentos en los que no puede mantener el hilo de una conversación”.
Hubo varias demostraciones públicas de los inconvenientes cognitivos que atraviesa Guillermo. Uno fue público, en 2015, cuando en diálogo con Perros de la calle no recordó el nombre de una de sus hijas ni la edad de ninguna de las tres. En febrero del año siguiente recibió un homenaje en el Lawn Tennis Club, pero comenzó su discurso diciendo que había llegado desde Mar del Plata en tren y a los dos minutos dijo que había sido en auto. Luego se perdió en la caminata de salida.
Finalmente, Olé reveló una situación íntima que su anónima fuente le contó: “Se estaba yendo del estacionamiento del Lawn Tennis, manejando, hasta que llegó al portón y no pudo cruzarlo. El auto quedó frenado ahí hasta que su mujer se bajó, lo corrió hacia el lado del acompañante y manejó ella. ¿¡Cuándo Guillermo iba a dejar manejar a la mujer?!”.
Mirá las últimas fotos de Vilas, publicadas por su esposa desde enero.