Desde que tenía solamente 10 años, Braian Toledo empezó a trabajar para poder colaborar con los ingresos económicos de su familia que era de escasos recursos.
En una nota con Infobae, el atleta olímpico recordó que una noche, cuando tenía ocho años, encontró a su madre llorando en la cocina de la casilla de madera donde vivían. Cuando le preguntó el motivo, ella le respondió: “No sé qué voy a darles de comer mañana”.
“Me di cuenta a los 10 años que éramos pobres. Generalmente yo no me daba cuenta porque casi todos los vecinos éramos iguales, excepto algún que otro que tenía mejor condición. Fue feliz mi infancia con estas carencias pero cuando me di cuenta que las tenía quise cambiarlas desde mi lado, ayudar a mi vieja de alguna manera”, explicó en una entrevista brindada en septiembre del año anterior.
Fue el lanzamiento de jabalina lo que le cambió la vida a este joven oriundo de Marcos Paz. Su talento lo descubrió el entrenador Gustavo Osorio y a partir de ahí se dedicó con mucha intensidad a esa disciplina logrando grandes reconocimientos en su paso por Mundiales juveniles, Juegos Olímpicos de la Juventud (ganó medalla de oro), Juegos Panamericanos y, finalmente, llegó al nivel soñado de todo atleta: Juegos Olímpicos. Compitió en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, en donde llegó a la final.
El joven, con tan solo 26 años, se había convertido en el rostro de la nueva generación de deportistas olímpicos, pero la tragedia terminó con su carrera en ascenso. Iba en su moto cuando impactó de lleno contra una loma de burro, que según testigos no estaba señalizada.
Y así, en un par de segundos, se apagó la vida de un joven comprometido con su barrio, que ayudaba a comedores de la zona y que siempre buscó trabajar para que a su familia no le faltara nada, mientras a la par estudiaba a distancia Marketing y Publicidad Digital en la universidad.
MIRÁ EN LA GALERÍA LAS DEDICATORIAS QUE LE HIZO A SU MAMÁ Y A SU NOVIA: