Poco a poco, los clubes de las ligas europeas vuelven al trabajo: lo hacen con distanciamiento social, moviéndose aislados con decenas de metros de diferencia y sin bañarse en los vestuarios, sino que en sus casas. Y parece que pronto Barcelona adoptará esta medida también. El club culé planea volver a los entrenamientos este miércoles. Y así será si supera unas pruebas determinadas por la inspección de sanidad.
Este lunes, un delegado de La Liga revisó las instalaciones de la Ciudad Deportiva para verificar que los requisitos se cumplan. Todo estaba ok. Ahora, los pasos tienen que ver con controles diarios. Dos veces por día habrá una limpieza integral del mobiliario y las utilidades. Habrá kits de protección para trabajadores en general y futbolistas. Éstos incluyen barbijos, guantes y desinfectantes. Este martes, los futbolistas serán convocados para realizarse estudios para descartar la presencia del COVID-19. Si todo está en orden, mañana irán al predio, pero a entrenar.
Cada día de trabajo tendrá los mismos pasos: se realizarán los testeos contra el coronavirus, les tomarán la temperatura, se someterán a un análisis de sangre y un electrocardiograma. ¿Resultados negativos? Perfecto, a trabajar. ¿Positivos? A casa y cuarentena hasta que se revierta el cuadro.
Como no puede haber contacto, los utileros no trabajarán, por lo que los futbolistas deberán llevar su ropa, botines, toallas y agua. En el vestuario habrá medidas estrictas. Deberán respetar tres metros de distancia y no podrán bañarse allí, sino que en sus hogares. Por otro lado, en la metodología de trabajo buscarán que siempre sean los mismos grupos los que entrenen juntos, con pocas tareas en el gimnasio y muchos ejercicios al aire libre.