La semana pasada comenzó la era Enrique Setién en Barcelona y ya hizo cambios radicales: modificó el mediocampo, subió a las jóvenes promesas y, al menos por un rato, hubo tiki-tiki.
Iban 76 minutos, cuando Riqui Puig recuperó un balón en la zona del wing izquierdo y allí se inició todo: tocó para Sergio Busquets, que salió al medio para Lionel Messi. El 10 descargó verticalmente para Antoine Griezmann, quien salía del área y la dejó de primera para Arturo Vidal, que hizo una genialidad.
El chileno asistió de taco a Leo, que no dudó en ponerla con su pierna menos hábil junto al palo derecho del arquero y agarrarlo a contrapierna.
Sí, esa muestra de fútbol total, con rotaciones, toques rápidos y cortos, movilidad y contundencia recorrió el mundo por la elegancia en la construcción de la jugada.
¡Mirá el golazo!