El 29 de agosto, murió Xana, hija de Luis Enrique. Algunos meses antes, el entrenador había dejado su cargo al frente de la selección de España para cuidar de su niña y hacer todo lo posible para mejorar su condición de vida.
Hoy, casi tres meses después, fue presentado nuevamente como director técnico de La Roja en lugar de quien lo reemplazó a él, su ayudante Robert Moreno. Pero no se guardó nada: “Dejó de pedirme consejos porque quería dirigir él al equipo en la Eurocopa. Después de cederme el puesto, me ha parecido desleal”. Además, describió cómo fueron cada uno de sus últimos encuentros, sin secretos y con muchos detalles para dejar en claro que fue él quien lo echó del staff.
Sin embargo, como era de esperarse, en la rueda de prensa fue consultado respecto del momento más duro de su vida y, con algo de emoción, pero también con mucha entereza, Luis Enrique contó que con su esposa se apoyaron mutuamente para salir adelante. “Con esto de la muerte, hemos leído muchas cosas respecto al duelo y a lo que significa este tipo de situaciones y que por desgracia todos vamos a vivir, aunque no en el lamentable orden que me ha tocado a mí. Hay mucha información sobre esto, muchas dudas, mucho tabú. No hay una fórmula o regla, cada persona lo toma a su manera”, afirmó.
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