Rubén José Suñé murió este jueves en el Hospital Británico. Tenía 72 años y aún no se conocen las causas de su fallecimiento.
El Chapa es uno de los ídolos eternos de Boca; tanto, que tiene una estatua. Es que le entregó su vida al club. Hizo inferiores allí, debutó el 17 de marzo de 1967 en un 2-1 sobre Colón y su primer gol lo convirtió de penal en el Metro 1968 ante Platense.
Sin embargo, su grito más recordado fue el 22 de diciembre de 1976 en el Cilindro de Avellaneda, en un partido histórico: única final entre el Xeneize y River para definir un torneo local. Allí, el 5 se hizo cargo de un tiro libre a los 27 minutos del segundo tiempo: su disparo se colgó del ángulo superior izquierdo de Ubaldo Matildo Fillol. Pero no hay registro audiovisual y sólo algunas fotos, por lo que se lo denominó “el gol fantasma de Suñé“.
El mediocampista era pura garra, entrega, sacrificio y voluntad, pero también cumplía con la pelota en los pies. En disputó 377 partidos, marcó 36 tantos y ganó ocho títulos: cinco locales, dos Copas Libertadores (1977 y 1978) y fue campeón de la Intercontinental en 1977. Entre los torneos obtenidos hay dos vueltas olímpicas en el Estadio Monumental: la primera fue el 14 de diciembre de 1969, por el Nacional, tras un 2-2 vs. River; la segunda, el 23 de diciembre de 1970, pero el rival fue Rosario Central.
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