Luego de que se conociera que Novak Djokovic no iba a formar parte del Abierto de Australia, la justicia rechazó su último recurso contra la revocación de su visa y fue deportado.
El tenista dejó el país y partió rumbo a Dubai en un vuelo de la aerolínea Emirates. Tras confirmarse el fallo unánime del Tribunal Federal, compuesto por tres jueces, el número uno del mundo aseguró estar “profundamente decepcionado”.
La decisión de la justicia incluye la prohibición de ingresar al país durante tres años, exceptuando “circunstancias imperiosas que afectan los intereses de Australia”. De esta manera, se espera una nueva puja legal para que el tenista pueda participar del Grand Slam que se jugará en el país en 2023.
“Desafortunadamente durante las últimas semanas el foco he sido yo y espero que nos podamos centrar en el deporte y el torneo que amo” aseguró Djokovic al abandonar el país.
La Federación de Tenis de Serbia también lamentó que su máximo representante no pueda ser partícipe del histórico torneo y emitó un comunicado en el que sentencia ““La farsa ha terminado. La política ha derrotado al deporte esta vez”. Además, la primera ministra del país, Ana Brnabic, aseguró que hubo “maltrato físico e ideológico”.
Por su parte, el padre del tenista, Srdjan Djokovic, compartió en sus redes sociales un mensaje en el que asegura que “Ha terminado el atentado fallido contra el mejor deportista del mundo, con 50 balazos a Novak en el pecho”.