El 21 de enero se estrelló el avión que trasladaba a Emiliano Sala desde Nantes hacia Cardiff, nuevo destino futbolístico del delantero. Ahora, a más de 200 días de aquel lamentable hecho, la Air Accidents Investigation Branch hizo público el informe en profundidad tras una exhaustiva investigación.
Hay datos reveladores: el ingreso de monóxido de carbono a la cabina habría afectado la salud del piloto y eso habría producido en incidente.
“Las pruebas de toxicología encontraron que el pasajero tenía un alto nivel de saturación de monóxido de carbono y hemoglobina. Las muestras sanguíneas del futbolista exponen saturación de carboxihemoglobina (COHb) del 58%, producto de la combinación de monóxido de carbono (CO) con hemoglobina, la molécula de la proteína que transporta el oxígeno ubicado en los glóbulos rojos, niveles potencialmente mortales”.
El siguiente paso de los especialistas es conseguir que los fabricantes del Piper PA-46 Malibu identifiquen las posibles vías por las que podrían ingresar estos gases; además, buscarán reconstruir lo sucedido desde que se perdió la señal de la aeronave hasta que tocó el fondo del mar.
Así trasladaron el cuerpo de Emiliano Sala.