En este siglo, han habido varios equipos que hicieron historia y uno de ellos fue, sin dudas, el Real Madrid de Los Galácticos. En él había figuras como Iker Casillas, Roberto Carlos, Zinedine Zidane, Luis Figo, David Beckham, Raúl y Ronaldo, nada menos.
Justamente fue el lateral izquierdo quien alzó la voz con divertidas anécdotas, en diálogo con el exarquero luso Vítor Baía, para Canal 11 de Portugal. El brasileño empezó por explicar que algunos entrenadores duraban poco en el cargo por no amoldarse a las costumbres que el plantel tenía. Contó por qué José Antonio Camacho duró apenas diez días en el cargo: “Llegó al vestuario, saludó a todos, muy serio y con historia en el Real Madrid. Yo sólo observaba a ver qué iba a decir. ‘Quiero a todo el mundo mañana a las siete de la mañana’. ¿A las siete? Ja. Normalmente entrenábamos a las 10:30. Hablamos con él para intentar cambiar el horario. Nosotros teníamos nuestras costumbres…”.
Luego recordó una situación similar con Vanderlei Luxemburgo, que también tuvo un paso fugaz por el Merengue, pero aquí evocó a la figura del Fenómeno al relato. “Antes de la cena, acostumbrábamos a tomar nuestra cerveza y nuestro vino. Encima de la mesa siempre había dos botellas de vino. Ronaldo y yo le dijimos: ‘Profesor, la gente acá tiene sus costumbres, lo vas a ver, pero intenta no cambiarlas. No quites las botellas de vino de la mesa y la cerveza antes de la cena porque si no vamos a tener problemas’. ¿Qué hizo? Quitó primero las cervezas y luego las botellas de vino. Duró tres meses”, afirmó el campeón del mundo en 2002.
Sus aventuras en el club español fueron aún más extremas cuando tanto él como sus compañeros especulaban con los tiempos y horarios para llegar a las prácticas: “Terminaba un partido y nos movíamos en avión privado. Nos encontrábamos todos en la terminal de Barajas y cada uno iba a un lugar diferente, aún teniendo que entrenador dos días después. Rezaba para que los encuentros fueran los sábados, así el domingo podía ir a ver Fórmula 1. Una locura, una tontería”.
Finalmente, admitió que hubo un DT que los entendía a la perfección y se trata de Vicente Del Bosque. “Era más un amigo. No necesitábamos reglas porque el jugador sabe lo que tiene que hacer. Los entrenamientos de lunes y a veces los de martes eran a las 17 de la tarde. No los ponía a las 11.00 de la mañana porque casi nadie llegaba”, cerró el mítico marcador de punta.
¡Mirá qué más contó!