Durante la mañana de este lunes, Roger Federer y Alexander Zverev arribaron a la argentina en el avión privado del suizo y no dejaron horas libres en su agitado itinerario.
Se instalaron rápidamente en el Hotel Hilton de Buenos Aires, le firmaron autógrafos a los fanáticos que se acercaron a la puerta del hospedaje y al mediodía comieron asado en Cabaña Las Lilas, una parrilla ubicada en Puerto Madero. Según informaron desde el espacio gastronómico, los tenistas se sentaron en el salón principal, con vista al río y pidieron una entrada de achuras, para luego seguir con ojo de bife, papas fritas, espinaca a la crema y cerrar con un postre y un café.
Su Majestad y Sascha aparecieron en la sala de prensa para la conferencia pasadas las 14 hs. y allí estuvo Canal Net. Antes de sentarse frente a los micrófonos, posaron para los fotógrafos y allí hubo un blooper: un banner tambaleó y estuvo a punto de caer sobre el ganador de 20 Grand Slams.
El diálogo con los medios comenzó con una aclaración por parte del número 3 del mundo: “Acabamos de volver de comer un asado, así que estamos con la panza llena”. Enseguida fue consultado sobre por qué no regresó antes a la Argentina -ya estuvo en 2012-. La respuesta fue sensata: “Quería volver antes, pero no fue posible. Es difícil organizar este tipo de eventos, porque siempre tengo muchos compromisos y tuve problemas con una rodilla. Hoy estoy contento de estar acá otra vez y sentir el cariño del público de Buenos Aires”.
Respecto a aquella travesía, Roger reconoció que las Cataratas del Iguazú fue uno de los destinos que más lo impactó en su vida y admitió que los fanáticos de este país lo sorprendieron: “Fue muy especial. Recuerdo que había 20 mil personas coreando mi nombre. Espero que en esta ocasión ocurra lo mismo. Que el público cante mi nombre y el de Sascha y que salga un lindo espectáculo de tenis”.
El duelo de exhibición entre ambos será este miércoles, desde las 18:00 hs. en el Arena Parque Roca, aunque hay que hacer la salvedad de que hasta el viernes pasado, el rival del suizo iba a ser Juan Martín del Potro, quien se bajó por no encontrarse en el mejor estado físico. Por eso, el poseedor de 103 títulos ATP se mostró con algo de pena. “Hablé con él. Necesita sentirse seguro de poder jugar en las mejores condiciones. Está lidiando con su lesión. Todos queremos que vuelva”, afirmó.
En medio de sonrisas, Federer explicó qué golpes de tenistas argentinos le habría gustado tener y no dudó: “La derecha de Delpo y el revés de Nalbandian”.
Finalmente, contestó aquello que inquieta a varios por la sorpresa de verlo en tan buen nivel a los 38 años: ¿cuándo se retirará? La respuesta fue la habitual: “Estoy motivado. Además dependerá de mi salud y en este momento no veo ninguna razón para detenerme”.
¡Mirá el blooper de Roger antes de la conferencia de prensa!