El 4 de marzo, Ronaldinho llegó a Asunción junto con Roberto, su hermano, para colaborar con la fundación Fraternidad Angelical. Más de 2.000 personas los recibieron y todos querían una foto con su ídolo. Pero quienes consiguieron esas imágenes fueron los oficiales de la policía.
Es que en migraciones detectaron que la documentación de los hermanos De Assis Moreira era falsa, inválida. La noche del viernes 6, investigadores y agentes, bajo el mando de la fiscal Sandra Quiñonez, acudieron al hotel donde estaba Dinho: lo detuvieron junto con su hermano y fueron trasladados a la Agrupación Especializada de la Policía. Quedaron en prisión y la situación aún no se solucionó.
En la cárcel, el astro de la selección de Brasil y de Barcelona festejó sus 40 años y pasa sus días jugando al fútbol, entre otras cosas. Por eso, a un mes de su detención, le envió un video a su círculo íntimo.
“Hola a todos, ahí, familia Moraes. Estoy aquí con mi compañero, mi delantero, Pablo, que juega muy bien. Y bueno, estamos juntos, dentro de poco vamos a ir a jugar otra vez juntos”.