Luego de varias idas y venidas, con palabras de Alberto Fernández incluidas, el fútbol argentino no se jugará por lo menos hasta el 31 de marzo para prevenir la propagación del coronavirus.
La decisión fue mérito exclusivo de dos partes: River y los jugadores. El primer actor fue absolutamente influyente luego de que se plantara el último fin de semana; es que no se presentó a disputar su partido frente a Atlético Tucumán para cuidar al cuerpo técnico y a su plantel.
De esa postura se agarraron los futbolistas de otros clubes para manifestar su incomodidad por tener que saltar al campo de juego aún sin desearlo. Enseguida presionaron ante la prensa y también hicieron su reclamo en Futbolistas Argentinos Agremiados.
Con Leonardo Ponzio a la cabeza, los capitanes de los equipos de la Superliga se pusieron de acuerdo y le hicieron llegar su acuerdo a Sergio Marchi -secretario general del gremio de los profesionales-, con lo que la reunión de este miércoles “se adelantó”.
El parate será, como mínimo, hasta el 31 de marzo y la semana siguiente volvería la actividad. Si la situación se agrava, claro que se extenderá el plazo. Por estos días, entonces, se suspenderá la Copa de la Superliga, el torneo de Ascenso y la Copa Argentina. Ya se habían postergado las fechas de los infantiles y los juveniles.