Por el torneo de la Primera Catala, Manelleu recibió a San Cugat. La visita ganaba 1 a 0 y, por eso, Iván González -arquero del local- decidió ir al área rival para buscar el empate.
Tras el tiro de esquina, el 1 convirtió el gol tan ansiado, pero el árbitro no lo convalidó por mano.
Inmediatamente, la reacción del portero fue la peor: agredió con una fuerte patada al colegiado. Claro que será sancionado, incluso, por su propio club. Aquí, el descargo de Manlleu.
Mirá el violento episodio.