El 15 de mayo de 2010 no es un día más para la cultura argentina y mucho menos para los fanáticos del rock nacional. Es que Gustavo Adrián Cerati brindó su último show y horas después entró en un estado crítico del que nunca salió.
Fuerza Natural fue el último disco del músico. Lo lanzó el 1° de septiembre de 2009 y enseguida salió de gira. El 19 de noviembre visitó Monterrey, luego pasó por Guadalajara y Ciudad de México, donde ofreció dos recitales en el Auditorio Nacional. Volvió a Sudamérica para tocar en Córdoba, Montevideo y Santiago de Chile, para cerrar el año en el Club Ciudad de Buenos Aires, el 19 de diciembre.
En marzo retomó las presentaciones con shows en Lima, Medellín, Tijuana, Bogotá, Miami y Los Ángeles. Sí, todas paradas previas a Venezuela, su destino final. El Campus de la Universidad Simón Bolívar, en Caracas, estuvo lleno para ver al exlíder de Soda Stéreo, acompañado por Richard Coleman, Anita Álvarez Toledo, Leandro Fresco, Fernando Samalea, Fernando Nalé y Gonzalo Córdoba.
La lista de temas esa noche fue la siguiente: Fuerza Natural; Magia; Deja Vú; Desastre; Amor sin rodeos; Tracción a sangre; Cactus; Perdonar es divino; Uno entre 1000; Artefacto; Rapto; Dominó; Sal; Trátame suavemente (de Soda); Él vio a Lucy; Un merced; Pulsar; Te llevo para que me lleves; Marea de Venus (de su dúo con Melero); Vivo; La excepción; Crimen; Paseo inmoral; y Lago en el cielo. Sí, Lago en el cielo fue la última canción que Gustavo interpretó en vivo. En el desglose, fueron once del disco lanzamiento, cuatro de Ahí Vamos, tres de Amor Amarillo, dos de Bocanada, otras dos de Siempre es Hoy y otro par de viejas bandas que integró.
Al terminar el espectáculo, sus laderos se acercaban al camarín para analizar cómo había ido. Esa noche lo vieron pálido, como ido. Coleman y Adrián Taverna (sonidista) revelaron que, al notarlo extraño, le preguntaron si estaba bien; su respuesta fue afirmativa, pero admitió estar cansado. Al sacarse la foto grupal con toda la banda, vieron a Cerati pálido y con los ojos desorbitados. Volvieron a consultarle por su estado y es desgarrador el relato de Juan Morris (periodista que escribió la biografía del artista): “Abrió la boca para contestar, pero no pudo decirle nada. Fue como si los músculos de su mandíbula no encontraran las palabras. Se fue caminando medio confundido a su camarín”.
Allí lo encontraron tirado en un sillón, con la camisa desabrochada y la boca entreabierta, como descompensado, fuera de sí. Una ambulancia lo trasladó al Centro Médico La Trinidad, lugar que estaba sin luz, con lo que lo llevaron a otro sanatorio para los primeros estudios, pero luego volvió allí. En las primeras horas sólo se habló de “una descompensación por una suba de presión debido a estrés y agotamiento”.