De la fama absoluta, perseguida día y noche por fotógrafos y periodistas que hacían guardia en su casa, al silencio absoluto. Así fueron los últimos años de Amanda Bynes, la actriz estadounidense que alcanzó la fama con tan solo 7 años.
Tras años de lucha contra las adicciones, Bynes ingresó en 2013 en un centro de rehabilitación desintoxicación y, en diciembre de ese mismo año, sus padres obtuvieron la custodia legal de la artista que vivió los siguientes meses bajo sus cuidados. Desde entonces y durante al menos los últimos cuatro años, la actriz se llamó a silencio. Sin embargo, para sorpresa de todos, Bynes reapareció en la portada revista estadounidense Paper de esta semana.
Con un aspecto maduro y realmente cambiado, Bynes realizó una producción de fotos donde esclareció cómo fue que comenzó con las adicciones. “Cuando vi la película entré en un periodo de depresión de cuatro a seis meses porque no me gustaba cómo me veía como chico”, reveló la actriz sobre la película que la tuvo como protagonista en la que interpretaba a Viola, una adolescente que se hace pasar por su hermano en el colegio y termina enamorándose de su compañero.
“Todos hablaban de cómo muchas mujeres tomaban la droga estimulante Adderall para permanecer flacas, así que me dije: ‘Tengo que conseguir una de esas”, reveló en la entrevista.
“Cuando estaba grabando Carta Blanca, recuerdo estar en la caravana masticando tabletas de Adderall y no poder concentrarme en mis diálogos”, reflexionó Bynes.
Meses después de que renunciara a la película que estaba grabando, Bynes decidió intentarlo una vez más actuando en Easy, la película que protagonizó junto con Emma Stone. Sin embargo, esa representaría su última aparición en un filme. “No podía aguantar mi apariencia en esa película y tampoco me gustaba mi actuación. Después de verla estaba convencida de que debía dejar de actuar”, ahondó la californiana.
De esta forma, a los 24 años decidió abandonar la vida pública y sintió que no tenía ningún propósito: Tenía demasiado tiempo libre, así que me la pasaba todo el día fumada (…) realmente me concentré en las drogas y mi mundo se volvió muy oscuro y triste”.
Hoy en día, la actriz californiana es optimista sobre el futuro y espera poder volver a trabajar de lo que tanto le apasiona: “No le tengo miedo al futuro. He pasado por lo peor, he salido al otro lado y he sobrevivido, así que siento que de aquí solo me queda un camino para arriba“, reflexionó.