El año que se estrenó fue premiada con el Goya a la mejor película de habla no inglesa. Fue el comienzo de una larguísima lista de premios que llevó a El secreto de sus ojos por varios países del mundo. Sin embargo, ese año 2009, en pleno rodaje, su director Juan Carlos Campanella, habría pedido la colaboración de todos los que integraban el rodaje. Parte de la producción se había ido, y no se contaba con los recursos previstos.
Ricardo Darín, protagonista de la película, fue el primero que ofreció apoyar el proyecto: “Yo reduzco mi cachet, se me paga en distintos plazos”, aseguró. “Debe ser de los pocos que hizo eso”, reveló El Chino, su hijo e integrante de la producción a La Nación.
“Eso nunca se le reconoció a él, incluso con el éxito posterior de la película, cuando viajó por todo el mundo, yo no vi que le mandaran ni una botella de vino. Me parece muy injusto en ese sentido. Ya en aquel momento le dije: vos tendrías que haber entrado como socio coproductor, ceder que no te paguen esa parte pero que se te reconozca a futuro financiar la película. Él es el primero que cede”, remarcó.