Luego del accidente vial de la noche del 20 de julio de 2019 que terminó con la muerte de Nicolás Carabajal e Ignacio Abosaleh, Rubén Darío Castiñeiras, que conducía la camioneta Honda CRV, se encuentra con prisión domiciliaria en su casa de Santos Lugares.
En una entrevista con el medio Infobae, el Pepo recordó detalles del accidente. “Llego al momento del impacto casi todas las noches. Salimos de mi casa en Victoria, y el viaje fue con normalidad. O sea, no tuve inconvenientes para manejar por 200 y pico de kilómetros”, declaró.
Además, se refirió a la declaración de Romina Candia, una de las testigos, que aseguraba que durante el trayecto el Pepo tomó vodka. “Se venía tomando. Lo cual no significa que yo estaba en estado deplorable, porque no tuve ningún problema hasta que se me cruzó no te puedo decir si un perro, un carpincho, algo que se me apareció en la ruta. No tuve un problema”, dijo el cantante al respecto.
En cuanto a la velocidad, otro de los puntos claves en la reconstrucción del caso, el músico negó ir a 139 kilómetros por hora, como marcan las pericias. “Por el tiempo de traslado desde el punto de salida hasta el lugar del accidente, un promedio de 85 kilómetros por hora más o menos…En el momento del impacto no iba a 140 kilómetros por hora. Si choco un animal de frente, se mete por el vidrio. Cuando vi que se me cruzó algo tiré el volantazo, para preservarnos, porque pensé que podía ser peor impactar de frente con un animal”, cerró El Pepo.
Sobre su estadía en la cárcel (seis meses), Castiñeiras negó las declaraciones que lo involucraron con privilegios dentro del penal y detalló que está en tratamiento por sus adicciones y reconoció que tiene una enfermedad.