La estrella del film de los 80 “Nueve Semanas y Media”, Kim Basinger, reveló recientemente al New York Times la terrible experiencia que significó para ella actuar en el emblemático film dirigido por Adrian Lyne.
Basinger contó que desde que hizo el casting sentía que no debía participar en esa producción pero cuando llegó a su casa, después de salir de la prueba, encontró 24 rosas rojas y una carta firmada tanto por el director como por el actor que hizo el otro papel principal, Mickey Rourke.
Por su parte, Lyne expresó que “se produjo tal hostilidad y tal energía sexual entre ellos (Basinger y Rouke) que yo no quería que desarrollasen una relación sin mí ahí presente. Ella debía vivir al filo del terror. Quería que esas diez semanas de rodaje fuesen como las nueve semanas y media de la relación”.
La historia de “Nueve Semanas y Media”, basada en la novela autobiográfica de Elizabeth Mc Neil, cuenta pasajes de perversión y sadomasoquismo, por lo que había que elegir a los intérpretes indicados. La estrategia de Lyne para lograr el efecto realista fue sacar emociones propias de Kim.
En una de las escenas finales, el personaje de Basinger debía aparecer destruida ante la cámara pero como se veía fresca y relajada, el director le pidió a Rouke que fuera más enérgico al tomarla del brazo. Ella empezó a gritar, pero él no la soltaba. Ella intentó defenderse y lo golpeó, él respondió con una cachetada. Recién cuando recién cuando la actriz lloró, el director gritó “Acción”. Había conseguido lo que quería.
“Sabía que si hacía esto me haría más fuerte y más sabia. Me sentí humillada y a disgusto. Todo aquello iba contra mis principios. Pero cuando vas contra tus principios surgen unas emociones que no sabías que tenías”, confesó Kim Basinger, quien, luego de esa actuación, se consagró como un referente en Argentina, donde las personas se aglomeraron en largas filas para ver “Nueve Semanas y Media”.