Queen ha sido de las mejores bandas de la historia del rock y, sin dudas, Freddie Mercury fue top en materia de matices de voces, por los tonos a los que llegaba y también se destacó como frontman, siendo tal vez el más destacado. Pero había algo que no le gustaba demasiado.
“No tengo nada que esconder. Bueno, sólo mis dientes, no me gusta que sean tan prominentes. Me los tengo que arreglar, pero no tengo tiempo. Por lo demás, soy perfecto”.
Freddie sostenía eso públicamente e incluso se tapaba la boca al sonreír, pero desde su entorno se conoció que la decisión de no solucionar sus problemas dentales surgía de una errónea creencia: que alteraría sus registros vocales y que, así, perdería su altísima calidad como cantante.
Sin embargo, varios especialistas se manifestaron al respecto. Una de ellas fue la ortodoncista Analí Beltrán, quien aseguró: “A pesar de la posición de los dientes, la voz no tiene nada que ver con ellos. Si tu voz es buena, siempre lo será, independientemente de cómo los tengas. Lo que sí sucede es que, al inicio del tratamiento, puedes tardar semanas en acostumbrarte a los aparatos de ortodoncia y hablar un poco diferente por el roce con los labios, pero la voz queda intacta”.
Además, la odontóloga explicó que el problema del artista se denomina “dentición supernumeraria”. Es decir que tiene 36 dientes y no 32, como es regular. Esas piezas de más empujaban sus dientes hacia adelante.
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