Durante su participación virtual en la cuarta temporada de “PH: Podemos Hablar”, Joaquín Furriel dejó a todos sorprendidos al contar una anécdota poco feliz de su juventud.
“A los meses de tener el registro, a los 17 años, mis viejos se fueron a disfrutar de una salida a la Capital con el auto de mi viejo y quedó el Fiat de mi mamá. Yo estaba con dos amigos que se iban a vivir a Italia”, comentó el actor de actor de la obra teatral Hamlet.
“Eran de Lanús. Estaba lloviendo muy finito y les dije que los llevaba hasta la avenida Espora, que era por la que les pasaba el bondi. Lo agarré despacio. No pedí permiso”, explicó el entrevistado.
A continuación, el artista confesó lo que ocurrió aquella noche: “No me habilitaban a sacar el auto. Los llevo hasta Espora y cuando vuelvo solo, tipo doce, una, de la noche, iba por la placita Rosales, que estaba toda adoquinada. Entonces, vengo embalado, en tercera, tiro rebaje en segunda, freno de mano, volantazo y me voy para el otro lado”.
“Se me traba el freno de mano, el auto no respondía y me pegué un palo contra un árbol. Todavía tengo un sobrehueso en la nariz. Bajo del auto y me voy a mi casa, que estaba a una cuadra y media”, relató el famoso.
Para concluir la anécdota, Furriel dio a conocer que su padre se enojó mucho y como castigo lo mandó a dormir adentro del auto chocado, para que nadie se lo llevara. “Cuando volví, al día siguiente, todo el mundo me recibía con un abrazo. Era el fantasma que volvió”, lanzó entre risas.