“Voy a ser sincero a costa de no ser muy elegante”, indicó el actor Julio Chávez (64) antes de develar detalles íntimos de cómo vive la cuarentena.
Por un lado advirtió: “No se puede presionar al ser humano a que deje de temer, cuando el temor, además, ha sido tan alimentado“.
Respecto a su manera de transitar el aislamiento, reflexionó: “Me encuentro más sólido de lo que creía, con una relación mucho mejor conmigo mismo de lo que creía. Con un vínculo muy amoroso con todas las cosas que he elegido, revalorizando mi vocación porque en estas circunstancias me ha ayudado mucho”.
Además contó que aprovechó el tiempo y el espacio para escribir un guion junto a Camila Mansilla, también editó tres obras de teatro: Un rato con él, Inés y Después de nosotros; y estudió literatura.
“Tuve un sostén que me ayudó a que no me angustie como para pensar qué voy a hacer por lo menos hasta este verano“, reveló respecto a lo económico.
Respecto a los protocolos generalizados, el actor encontró una manera de equilibrar lo reglamentario con sus elecciones: “También hacer un ejercicio cinico y de decisión de mi propio protocolo, respetando el protocolo general pero también advirtiendo que no iba a dejar que el miedo, en mi caso, sea el que gobierne sino que sea la cautela y la necesidad de expandirme, de caminar, de estar al aire libre, de hacer todo aquello que me mantiene en cuidado pero al mismo tiempo no está guiado por el miedo”.
Además advirtió que en esta cuarentena se siente más pícaro respecto a las relaciones, y más cínico de lo que él mismo creía: “Soy pensante. Me siento vital y me siento vivo e interesado por la vida, vulnerable y lo suficientemente angustiado como para sentirme vivo“.
Chávez enfatizó en la necesidad de hacer el ejercicio de tomar decisiones propias: “No voy a banalizar el virus ni mucho menos las personas que la han pasado mal. Pero tampoco voy a banalizar mi necesidad expresiva ni lo que yo necesito en mi trabajo. No voy a banalizar nada, y voy a intentar comprender, observar”.
Respecto a la reapertura de los teatros, Chávez confirmó que están autorizados por ahora a un 30% de espectadores, y pronunció: “Tampoco el teatro sobrevive con mucho más”.
“No es tan común en una sala de 400 personas, tener 4o0 llenas, tampoco. Eso le compete a aquellos espectáculos que tienen la suerte de de estar llenos”, advirtió.
También se mostró contento por la vuelta de los teatros y lo manifestó con una metáfora: “Yo festejo la posibilidad de abrir nuestra zapatería, poner los zapatos en el escaparate y decir ´por suerte volvemos a vender zapatos´”.
Comentó que no será un período fácil: “Después, vamos a pelearla, por supuesto que sí, pero tampoco que estamos en un país o una economía que uno dice ´Antes de la pandemia los teatros se llenaron, después de la pandemia, lamentablemente, el 30%´”.
Y finalizó: “La vuelta al escenario tiene muchas particularidades, entre ellas, el hermoso oficio que tiene el ser humano de poder repetir las ceremonias“.