Elián Ángel Valenzuela, mejor conocido por su nombre artístico, L-Gante, vive un presente de ensueños: luego de haber saltado a la fama durante la cuarentena estricta del 2020, y trascendido en los medios gracias a la vicepresidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien se refirió a su éxito en la escena musical por haber grabado su primer hit con una computadora del gobierno, ahora el joven oriundo de la localidad bonaerense de General Rodríguez, fue papá por primera vez a sus 21 años.
Pocas horas pasadas las 4:29, momento en el que su pareja, Tamara Báez, dio a luz a la pequeña Jamaica, en el Hospital Municipal de la ciudad de Luján, el exponente de la ‘Cumbia 420’ se retiró del establecimiento en un auto negro con vidrios polarizados, pero sin antes asomarse por la ventanilla para saludar a su querido público, quien estaba haciendo guardia para felicitarlo y tomarse una fotografía con él.
En ese momento, aún ante la presencia de la Policía Local, un grupo de barrabravas de la zona se acercaron y aprovecharon la situación para agredirlo verbalmente: lo insultaron y le exigieron que se fuera del lugar. “¡Fuira, lechero ortiva!”, se escuchó gritar a uno de los atacantes y, cuando el coche ya estaba a punto de acelerar para retirarse de allí, no conforme, arrojó un objeto con el fin de ocasionarle algún daño.
Indignado por lo sucedido, L-Gante habló a través de sus historias de Instagram y dio a conocer la identidad del presunto agresor, lo que se trató de una histórica disputa futbolera entre los barras del club de General Rodríguez (a quienes les dicen “lecheros”) y los de Luján (denominados “Lujaneros”).
“¿Qué onda? Vine a ver a mi hija, acá, al hospital de Luján, y por ser de Rodríguez, ahí, entre toda la gente que estaba haciendo el aguante afuera, uno o dos logis que estaban ahí, altos personajes, le pintaron los barrabravas. No sé qué onda”, expresó el músico. “No puede ser, gente grande fantasmeando todavía por hacer diferencia entre los barrios, entre ciudad. No hay que ser así de fantasma. La diferencia de barrio no va, perri. Somos todos humanos“, dijo el cantante dirigiéndose a su agresor.