La actriz y empresaria de moda, Eugenia “China” Suárez, es una usuaria muy activa en sus redes sociales: con más de 4 millones de seguidores en su cuenta oficial de Instagram, la pareja del actor chileno, Benjamín Vicuña, comparte su día a día, ya sea tiernos momentos de sus hijos, Magnolia, Rufina y Amancio, también sus proyectos laborales y actividades recreativas.
Pero la alegría con la que se muestra siempre la joven influencer, esta vez, fue reemplazada por un inesperado y poco común refunfuño, mientras intentaba grabar una serie de historias con el objetivo de contarle a sus fanáticos lo maravillada que está por sus intensas clases de Yoga y de Pilates.
“Bueno, estoy muy pesada con las historias hoy, prometo que ya es lo último. Empiezo a ver muchas rayitas y me da mal humor“, explicó la actriz haciendo referencia los gráficos horizontales que aparecen en el borde superior de Instagram cuando se comparten stories. Mientras, hablaba con una sonrisa en su cara, la misma que, poco a poco, se iba “desfigurando”.
Ya su estado de ánimo había virado y se notó un tanto incómoda, hasta por cómo lucia su cabello, el que rápidamente intentó acomodar. No pudo de terminar de hilvanar la frase, que ya se “cortó de mambo” y quedó en completo silencio con la mirada perdida hacia un costado de la habitación.
“Esto me pasa varias veces por día. Voy a la luna y vuelvo”, escribió en la historia en la que se había quedado “tildada” y con expresión de bronca. Pero le duró un segundo, pues luego pudo comunicarse con total fluidez y contarles a sus seguidores sobre su nueva rutina de ejercicio físico.