La lucha que había empezado en 2014 finalmente concluyó este lunes cuando un jurado de 9 personas determinó que Katy Perry copió el ritmo de su éxito de 2013 Dark Horse de una canción cristiana de rap.
Según el panel, las similitudes que la canción de la estadounidense mantiene con Joyful Noise, la del rapero Marcus Gray, infringen los derechos de autor.
Durante el jucio la propia Katy tuvo que testificar y aseguró que el hit era una composición original y que nunca había escuchado hablar del tema de rap por el que la acusaban de plagio.
Asimismo, detalló que algunos de sus colaboradores le habían dado muestras de pasajes instrumentales en lo que se había inspirado para componer Dark Horse. Según los colaboradores de la cantante, el ritmo base de ambas canciones era “común” y por esa razón no puede tener derechos de autor.
Por su parte, los defensores de Gray explicaron que los acusados “habían copiado una parte importante de su canción”, refiriéndose a una frase instrumental de 16 segundos.