En octubre de este año, Luciana Salazar decidió presentarse en los Tribunales de Comodoro Py, donde se autodenunció por “lavado de activo” y “evasión impositiva”, tras las acusaciones de Cinthia Fernández y de la periodista del ciclo Bendita Carla Czudnowsky, quienes aseguraron que los mensajes que la rubia publicaba en su cuenta de Twitter eran “copiados” y que incluso cobraría por ello.
Específicamente Fernández sostuvo que Salazar “cobra, copia y pega”, mientras que la periodista “hizo alusión a que cobraría por la publicación de algunos” de estos mensajes.
Fue por eso que Luciana tomó la decisión de autodenunciarse: “Me veo obligada a solicitar la iniciación del presente expediente a los efectos de determinar si cometí delitos de evasión tributaria y/o lavado de activos”.
Casi dos meses después de su presentación en Tribunales, la fiscal Paloma Ochoa solicitó al juez Canicoba Corral que se declare incompetente en la causa, ya que la denuncia no debe ser investigada en el fuero Federal porque “los acontecimientos que se exponen en una denuncia penal deben ser concretos”.
Además, aseguró que “Cinthia Fernández y Carla Czudnowsky no señalaron como autora de un delito a Salazar, por lo que el pedido de que sean citadas a brindar explicaciones en este fuero no resulta conducente”.
“No existe elemento que permita sostener que aquel dinero supuestamente recibido por Salazar tuviera como fuente fondos de carácter público y/o participación de funcionarios públicos”, concluyó, desestimando así la denuncia que realizó la exparticipante del Bailando.