Luego de más de 80 días de cuarentena obligatoria, las personas con niños en casa han tenido que desplegar toda su originalidad para entretener a los más chicos, sobre todo cuando se trata de familias monoparentales, como es el caso de Luciana Salazar, en donde la crianza depende de una sola persona.
Para tener una mano extra, la modelo decidió instalarse en la casa de sus padres en Nordelta y pasar ahí el aislamiento junto a su hija Matilda, quien vio interrumpidas sus clases en el jardín a raíz de la pandemia.
“Desde todo punto de vista fue la mejor elección, mis papás me ayudan, mi mamá juega con la nena y así se divierte un poco que está muy solita porque no tiene hermanos… Justo se perdió la salita de dos que era la de terminar de desarrollar el habla, la sociabilidad, le faltaba solo un día de adaptación”, detalló Luciana en diálogo con “La Once Diez“.
Entre otras cuestiones, la conductora también señaló que su pequeña está con muchas ganas de jugar con otros niños de su edad: “La veo a mi gorda, cuando yo estaba por irme al canal, me agarraba con desesperación y llanto de que quería salir, me decía ‘vamos, mamá, vamos’ y a mí me angustia. Quiere ver a otros nenes, mi mamá la llevó a un súper y dice que cuando vio a otra nena se desesperó como si estuviera en Disney”.