En diálogo con medios españoles, el músico español aseguró que “nunca se ha comportado del modo acosador, agresivo y vulgar” que le reprochan y que fue “galante en los límites de la caballerosidad”.
Además, el compositor se mostró “sorprendido” ante las cancelaciones de los teatros estadounidenses. “Ante la opinión pública fui acusado, juzgado y sentenciado, todo de un solo golpe sin el más mínimo beneficio de la duda, incapaz de hacer o decir nada ante una maniobra increíble e imparable”, aseguró Domingo.
Por otra parte, se defendió diciendo que los españoles son “cálidos, afectuosos y cariñosos”, que existe una “cultura del piropo” y que él simplemente fue “galante”, pero “siempre en los límites de la caballerosidad, el respeto y la sensibilidad”.