A 10 años de la muerte de Michael Jackson por sobredosis de propofol, salieron a la luz espeluznantes detalles de su autopsia.
El diario The Sun publicó que dentro de su organismo se encontraron pastillas parcialmente disueltas en el estómago y que solamente sobrevivía con una comida al día. Además, tenía marcas de inyecciones en cadera, muslos y hombros.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fueron detalles de su aspecto físico. La autopsia reveló que los labios fueron tatuados de color rosa, además de sus cejas, que fueron tatuadas de negro, y la parte delantera de su cuero cabelludo
Además, sus rodillas estaban con muchos signos de violencia, producto de alguna fuerte contusión, y tenía varios cortes en la espalda, las cuales no se pudieron definir cuál era su origen.