La actriz y presentadora de televisión, Stefi Roitman (26), acaba de convertir un sueño en realidad: incursionó en el business empresarial de la moda y lanzó su propia línea inclusiva de bikinis, ‘My Happy’.
Asentada en Miami, Estados Unidos, donde vive hace varios meses con su futuro marido, el cantante Ricky Montaner (30), la joven organizó allí mismo un desfile como presentación oficial ante un centenar de invitados (siendo algunos de los presentes miembros de la familia Montaner, y amigos y amigas de la flamante pareja), que incluyó un show musical del dúo ‘Mau y Ricky’.
Pero las críticas no tardaron en llegar por redes sociales cuando, el pasado lunes 12, se abrió la página web con el catálogo completo: cada pieza, que va desde el talle XS al 3XL, cuesta unos 50 dólares, tanto para la parte superior como inferior de la bikini. Es decir: para comprar el conjunto, hay que invertir unos 100 dólares, lo que equivale a 9600 pesos argentinos.
El costo más económico que puede encontrarse en el shop online de la marca, es de 45 dólares; y se aclara que posibilita un “envío estándar gratuito en EE.UU” si se hace una compra que supere los 100 dólares.
Hasta el momento, su única forma de pago es al contado con tarjeta de débito siendo que no está disponible la opción de comprar en cuotas.