Wanda Nara arribó a Buenos Aires el pasado lunes con motivo de pasar las fiestas de fin de año en familia: lo llamativo fue que apareció junto a sus cinco hijos y sin Mauro Icardi. Por primera vez en el país luego del escandaloso estallido del ‘Wandagate’, la empresaria no paró desde que llegó, pues se dedicó a contestar las preguntas de la prensa que la abordó cuando llegó a Ezeiza y a la noche debió cumplir con unas obligaciones ya agendadas.
Y como todo es una sorpresa en la vida de la blonda, lo que le sucedió anoche no fue la excepción. Pues, lo que parecía ser una jornada de negocios, se convirtió en un evento inesperado que la dejó en shock total. “Hola noche porteña.. Reunión de trabajo”, escribió la mediática en su cuenta de Instagram, sin saber lo que sucedería luego. “Solo vos laburas a esta hora”, le comentó su hermana, Zaira Nara, cómplice de lo que estaba planificado.
Acompañada y persuadida por su madre, Nora Colosimo, Wanda llegó a la glamorosa coctelería ‘Presidente Bar’. En un salón privado, la menor de las Nara -sin su esposo, Jakob Von Plessen-, la asombró con una fiesta sorpresa junto a sus amigos más íntimos para festejar su cumpleaños número 35, ya que lo había pasado en París.