Este viernes, Francisco aterrizó en Bagdad para lo que fue la primera visita de un Papa a Irak. Durante este viaje, el Pontífice tiene como objetivo reforzar los lazos con el islam, llevar consuelo a la perseguida minoría cristiana en ese país y pedir por la paz en Medio Oriente.
“Es un viaje emblemático a una tierra martirizada. Un deber moral”, dijo el respecto del histórico viaje. Según la cadena inglesa BBC, durante sus pasos por las calles de Bagdad, Najaf, Ur, Erbil, Mosul y Qaraqosh el jefe de estado vaticano estará custodiado por 10.000 hombres.
Luego de arribar al Aeropuerto de la capital iraquí, el Papa fue recibido por el primer ministro, Mustafa Al-Kadhimi, y luego se reunió con el presidente, Barham Salih. Frente al mandatario, el Papa dio el primero de los siete discursos que dará en su visita, antes del encuentro en la catedral católica siríaca de Nuestra Señora de la Salvación con el clero local.
Esta Iglesia, ubicada en el centro de Bagdad, se convirtió en un ícono de la violencia del extremismo islamista tras un ataque suicida del Estado Islámico (ISIS) en 2010 durante una misa dominical en el que murieron más de 50 personas.