Hoy me quiero presentar con un apretón de manos,
ni en los versos que desgrano lo más puro
han de encontrar, ¿por qué?
Porque vengo a pregonar
mi condición de paisano.
Así dio comienzo Milton Pino a una nueva edición de Alma Gaucha, donde recorrimos y pisamos islas, así como también las historias de los isleños.
Bordeamos la costa, compartimos guitarreada y comimos pescado frito.
Conversamos con el Flaco Pati, un hombre que vivió toda su vida en isla y que navega de tres a cuatro veces por semana por el río recolectando alimentos para llevar al rancho. También pescan y cuidan a los animales, y los nietos ponen trampas para agarrar las nutrias.
“Matamos solamente para comer”, advirtió el gaucho, y contó que también adquieren ingresos por la venta de pejerreyes.
También contó lo difícil que es el clima y lo cotidiano cuando hay tiempos de crecida.