Lucía Dominguez, nuestra adiestradora canina, nos cuenta cómo armar juegos de olfato caseros y baratos y cómo enseñarle a nuestro perro a jugar con ellos para incentivar su actividad mental.
Es muy frecuente que los tutores consulten a especialistas en comportamiento canino porque sus perros tienen mucha energía y sienten que no pueden darle las herramientas necesarias para canalizarla. En la mayoría de estos casos, los tutores no se dan cuenta que no están enriqueciendo lo suficiente el ambiente de sus perros.
El enriquecimiento ambiental es una forma de mejorar la calidad de vida de nuestros perros mediante una serie de estímulos ambientales y sociales. Todo ello permite que el animal exprese el comportamiento natural propio de la especie y mantenga su mente estimulada. También ayuda a prevenir el estrés, la aparición de problemas del comportamiento y ofrece una mejora notable en su bienestar.
El exceso de energía suele ser un tema habitual de preocupación para los responsables caninos debido a que suele traer otras dificultades como destructividad del hogar, ansiedad, demanda constante de atención y hasta en algunos casos agresividad. El principal problema en estos casos no es el exceso de energía, sino la energía mal canalizada.
Cualquier perro al que no se le están cubriendo sus necesidades de manera correcta manifestará problemas de comportamiento en el corto o mediano tiempo. El nivel alto de energía en sí no es malo. El problema aparece cuando no pueden gestionar esa energía de manera correcta y no tienen cómo canalizarla.
Los perros con mucha energía generalmente suelen desarrollar estrés si no pueden canalizarla de manera correcta. Es fundamental aprender a brindarles herramientas para que puedan realizar conductas propias de la especie. Como por ejemplo, los juegos que fomenten las actividades de olfato.
Podemos aprovechar los ratitos de juego con nuestro perro y usar juguetes y actividades que estimulen el enriquecimiento social, alimentario y cognitivo, como pueden ser el kong, las pelotas dispensadoras, las soguitas y mordillos. Mi recomendación es siempre ir rotando los juguetes para que nuestro perro no se aburra, pero obviamente estos juguetes suelen ser caros, por eso hoy vamos a aprender a hacer juguetes interactivos caseros y económicos, para que puedas hacerlos con lo que tenés en casa.
- Pelota rellenable: vamos a necesitar una pelota por ejemplo de tenis, una tijera y premios (alimento, golosinas, carne, pollo, queso, etc). Este juguete casero estimula la actividad masticatoria, reduce la ansiedad de nuestro perro y previene las conductas destructivas.
- Botella colador: vamos a necesitar una botella de plástico, una tijera, cinta y premios (alimento, golosinas, carne, pollo, queso, etc). Este juguete viene a reemplazar lo que sería el Kong que muchos deben conocer. Con este juguete, en vez de centrar la actividad en la masticación como lo hacíamos con la botella, vamos a centrar la actividad en la concentración y resolución de problemas. Se utiliza especialmente para reducir estrés y ansiedad, cansar a perros con altos niveles de energía, ya que proporciona cansancio y relajación mental. Podemos ir complejizando el juguete a medida que nuestro perro aprende a jugar, por ejemplo, cada vez hacemos los agujeritos más chiquitos, al principio los vamos a hacer grandes hasta que entienda cómo funciona y así vamos a evitar que se frustre fácilmente.
- Mordedor casero con telas hechas trenza: vamos a necesitar una remera vieja y una tijera. Este juguete sirve para jugar a morder y tironear, podemos usarlo para jugar después de un ejercicio nuevo a nuestro perro. (cortar 9 tiras, hacer 3 trenzas, hacer una única trenza con las 3 y un nudo en cada extremo)
- Botella + medias + telas. Juguete que simula ser la presa, metemos botella dentro de medias, cerramos con una cinta, hacemos trenza en las puntas, jugamos a buscar y traer.
Recomiendo incluir de 3 a 4 momentos de juego al día, de no mucho más de 5 minutos por sesión. Tener en cuenta que el nivel de complejidad de cada juego debe ser acorde a los conocimientos de nuestro perro. Si recién estamos empezando a jugar, vamos a hacerlo lo más simple posible para evitar que se frustre. Estas actividades deben ser de una dificultad acorde a la edad y experiencia de nuestro perro.
Los juguetes caseros SIEMPRE deben ser usados bajo supervisión de los tutores, ya que son juguetes que NO están preparados para que por ejemplo nuestro perro se los coma. Si nuestro perro tiende a ser destructivo, probablemente debamos optar por comprar un juguete de buena calidad, en lugar de jugar con una botella de plástico.
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