La vida de los cantantes o artistas musicales en determinadas ocasiones dan un giro inesperado y su cotidianeidad comienza a girar en torno a una carrera realmente exitosa, en la que muchas veces deben prestarse al 100% dejando de lado familiares y amistades, ya que los compromisos pasan a ser obligaciones y para tener el éxito deseado o soñado hay que resignar cuestiones, como es el caso de Verónica Cangemi.
La soprano argentina dialogó de manera exclusiva con +CARAS, con la conducción de Héctor Maugeri, y habló de todo lo que tuvo que marginar o lo que perdió por motivos pura y exclusivamente ligados a su profesión pero también hizo hincapié en el amor que construyó desde hace años con Gustavo Grobocopatel, su compañero y buen entendedor de lo que significa la música para ella.
El amor le llegó nuevamente a Verónica Cangemi y fue tras haberse divorciado donde necesitaba encontrarse consigo misma. El ‘Rey de la soja’ tocó las puertas de su corazón, y, en su reciente paso por el sillón de Net TV, aseguró que la conquistó mediante el conocimiento que posee de la música a nivel general.
En este contexto, la cantante de opera fue invitada por Héctor Maugeri a repasar el reciente testimonio de su actual pareja y en su mirada reflejó el amor que desde hace siete años surgió dentro del alma de ambos.
“Es una admiración mutua, respeto y cariño. Y está la música, es algo mágico. Amanecemos con música, vivimos con música, caminamos por el mundo con música, en este caso, yo siguiéndola más a ella y nos emocionamos juntos. Hay momentos que vamos a escuchar algo muy bueno, nos miramos y los dos estamos llorando de emoción, los dos al mismo tiempo y por lo mismo, en ese momento descubrimos algo que nos impactó“, fueron las palabras de Gustavo Grobocopatel en +CARAS acerca de la fuerte conexión que logró obtener con su amada.
Posteriormente, Verónica Cangemi no pudo ocultar su sonrisa y felicidad al escuchar el testimonio de su compañero de vida. “Es así. Coincido. Hace siete años que estamos y vivimos juntos, es un momento de mucha paz. En este momento, tengo 60 años y me encanta decirlo porque creo que uno aprendió de muchas cosas y toma el amor de otra manera: con más madurez, más tranquilidad, menos expectativas de otras cosas. Nos emocionamos de la música juntos, muchos viajes, de ver a un hijo que tiene éxito“, reveló en cuanto a cómo vive el amor en la actualidad.
En un vínculo amoroso siempre uno de los dos es más habilidoso para la cocina y la soprano con vasta experiencia reconoció que es la encargada de hacerlo y que aprendió a llevar a cabo recetas judías porque su suegra fue una gran cocinera. “Venía a casa, en Colonia, se quedaba dos o tres días y traía sus recetas. De hecho, me entregó de regalo sus recetas porque sabía que yo las iba a seguir, era muy afectuosa. Estamos viviendo juntos en Colonia del Sacramento, Uruguay“, destacó acerca de la madre de su concubino.