Para variar un poco y sumar proteínas a la primera comida del día, los nutricionistas de la Clínica Cormillot cambiaron el típico desayuno consistente de café con leche, tostadas con queso y una naranja por una versión nueva.
El omelette de queso, la tostada y el licuado de melón dividieron las aguas entre los participantes, quienes tuvieron opiniones encontradas al respecto.