La noche del lunes fue de permitido, claro. Y los chicos aprovecharon fuertemente.
Fueron a la casa de Yael y realizaron un pedido telefónico: encargaron tremendos platos, llenos de calorías. Sí, podían comer lo que quisieran.
Algunos compraron alimentos que hacía meses no consumían, pero en líneas generales sumaron muchas calorías.
¡Mirá qué comieron!