Luego de una jornada de patinaje, Yael se quebró, ya que esa disciplina era parte de su vida y el sobrepeso la alejó de disfrutar de ello.
Durante la tarde, Sergio Verón la llevó a que desafíe a un gran enemigo: el espejo.
A la participante no le gusta mirar su reflejo, no le agrada verse. Pero le sirve como obstáculo a superar para llegar al objetivo de ser feliz con el cambio de hábitos.
Fue inevitable que repasara sus peores momentos para darse cuenta del lugar al que llegó.
Mirá qué contó Yael.