Durante la transmisión más reciente “Delsector Campo”, los ingenieros Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carne y Derivados de Argentina y Juan Luis Ucelli, consultor del sector porcino, conversaron sobre el consumo de carne en el país.
Según Schiariti, en la actualidad “estamos consumiendo la menor cantidad de carne vacuna histórica. En los 60 se consumía 90 kilos, hoy estamos consumiendo 47 kilos”, señaló, sin embargo, destacó que en aquellos años no se consumía el pollo o el cerdo, ya que eran muy mal vistos. “Con la suma de las 3 carnes, consumimos 120 kilos de proteína animal”.
Por su parte, Ucelli, reveló que que hay un sistema de comercio de cerdo en negro, es decir, que no pasa por el debido proceso de control de facturación, y “en este momento está entre el 20 y 25% del mercado total”. “Estamos hablando de frigoríficos importantes. Se hizo un sistema casi perfecto que permite en complicidad de todo el sector que se consuma, y esos datos no aparezcan oficialmente”, agregó. “Estamos arriba de los 21 kilos de consumo por habitante por año, con una posibilidad de seguir creciendo aún más, en parte porque el vacuno dejó un gran espacio”.
Ante esto, Alfredo Guarino, cuestionó que hablara con tanta frescura el tema del mercado de carne porcina en negro, calificándola de “horror”. Cómo respuesta, Ucelli, manifestó que dicho sistema no le extrañaba, puesto que, en el sector avícola y vacuno también existen estos procesos desde hace varios años.
El conductor Silvio Baiocco ahondó sobre los motivos que llevaron a descender el consumo de carne vacuna en Argentina, específicamente de 90 kilos per cápita a 47. La duda fue respondida por Schiariti, indicando que la baja se había acelerado desde hace veinte años, y que los sectores emergentes, como pollo y cerdo, se convirtieron totalmente competitivos en la genética de la producción.
“Los dos hicieron un cambio en la producción. Y lo que demoraba en hacerse un kilo de pollo treinta años atrás, que se lograba en casi sesenta días y se necesitaban dos kilos setecientos de alimentos, hoy con cuarenta y tres días y un kilo ochocientos de alimentos, se hace un kilo de pollo”, dejando entrever que la rapidez en la producción hizo que dichos rubros ocuparan un espacio más amplio en los frigoríficos argentinos.