El 7 de septiembre de 1996, una “fecha bíblica” como diría el cantante Leo García, la intérprete de música popular, Gilda, muere en el kilómetro 129 de la Ruta Nacional 12, cuando se dirigía al norte de la provincia de Entre Ríos, un camión embistió el transporte donde viajaba, falleciendo junto a su madre, su hija mayor, tres de sus músicos y el conductor del vehículo. Desde aquel día, las manifestaciones populares de agradecimiento y cariño a la cantante nunca pararon de llegar.
Muchos de sus fanáticos le atribuyen la condición de santa y muchas personas aseguran que se les apareció en sueños y que hasta se curaron con sus melodías. Aunque sus restos descansan en el cementerio de La Chacarita, sus seguidores le montaron un santuario al costado de la ruta donde ocurrió el fatal accidente, dejándole flores, rosarios, cartas y fotos como ofrenda.
“La verdad fue una mujer que se supo abrir camino en un momento muy difícil para que la mujer pueda ser la gran protagonista como lo hizo ella. Tenia mucho más para dar y, lamentablemente, muere en ese accidente en la ruta 12, en esta cosa de ir y venir constantemente para hacer una cantidad de shows por noche que es inconcebible”, expresó al respecto el periodista y conductor de Editando Tele, Luis Piñeyro.
Por su parte, la periodista, Angie Balbiani, comentó sobre el tema: “Me parece que, desgraciadamente, este país que es muy postmortem, su muerte la consagró a ser algo más, que yo no sé que sería hoy de su vida, porque si vos pensas en alguien que es contemporáneo a Gilda quizás no está con la carrera que hoy imaginamos que Gilda tendría”.