El martes 21, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, dio un anuncio que generó una nueva grieta en la sociedad: el barbijo ya no sería obligatorio al aire libre; no obstante, la medida sanitaria se mantiene en caso de estar en un lugar o espacio cerrado. Desde entonces, hubo algún que otro despistado que ya lo erradicó de su vida, como también siguen aquellos que lo usan religiosamente, estén dónde estén.
Las diferencias sobre la postura de si “tapaboca sí o tapaboca no”, además se planteó en entre las ciudades y los mandatarios de los distritos, ya que la medida quedaba a disposición de cada autoridad sobre qué decide hacer en su región. Así fue el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otros cinco territorios más, que se opusieron hasta no alcanzar un mayor porcentaje de personas vacunadas o con esquema de vacunación completo.
Asimismo, el planteo llegó a los distintos programas de televisión y generó gran debate. “La realidad es que, de a poquito, nos fuimos acostumbrando al barbijo. A mí, inclusive, hasta me da cosa sacármelo todavía, pero mucha gente, todo lo contrario, es una sensación de libertad, te lo sacaste, ya está, no pasa nada. Lo lograron las PASO, parece que sí. La Delta no existe, está escondida. Pero hay algunos que se siguen cuidando y hay otros que van por todo, y ahí es cuando se empiezan a mezclar las cosas: hasta dónde se puede y hasta dónde no”, planteó el tema el conductor, Luis Piñeyro.