Su nombre completo era Fernando Gabriel González Peña Mendizábal y había nacido el 31 de enero de 1963, momento en el que ser diferente era sinónimo de señalamiento y “condena”. Y por ser libre, disruptivo, es por el motivo que hoy se lo recuerda en los medios de comunicación.
Supo hacerse un lugar tanto en la televisión como en la radio, y estar delante del micrófono sin ningún tipo de filtro. Audaz y picante, Peña logró ser muy querido pero también muy odiado por colegas y público en general. Aunque nacido en la ciudad de Montevideo, Uruguay, se mudó a Buenos Aires donde pasó el resto de sus días.
Antes de su carrera en los medios el humorista fue comisario de a bordo en American Airlines. En uno de los viajes, dando la bienvenida a pasajeros por el altavoz del avión con diferentes personajes de su autoría, fue descubierto por el conductor radial Lalo Mir.
Su personaje Milagros López llamó la atención del presentador, quien viajaba con frecuencia en esa aerolínea y desconocía que había un hombre detrás de aquella voz. Cuando finalmente Mir descubrió que se trataba de Peña, le propuso grabar participaciones para Tutti Frutti en Del Plata FM 95.1, el resto es historia.
Partió de este mundo a los 46 años, un 17 de junio de 2009, cuando a penas comenzaban a dar frutos las pequeñas-grandes revoluciones en cuanto a diversas movidas sociales.