Al parecer se trataría de una nueva ‘tribu urbana’ que de adapta a la tendencia ‘ecofriendly’: se trata de un numeroso grupo de personas que no solo le ponen el corazón sino, también, el cuerpo a la pasión que sienten por la vida silvestre.
Según Tacho Riera, abrazar un árbol te descarga la mala energía que los humanos acumulan en la diaria por lo que él practica ese acercamiento con la naturaleza. Pero esta gente, siente atracción sexual por distintos objetos naturales que provocan su autosatisfacción. Y sin necesidad de tener un compañero para llegar al clímax.