El ahora acorralado Pablo Escobar está escondiéndose del ejército y huyendo de sus enemigos. Además, intenta poner a su familia a salvo, pero le están pisando los talones; su hermano, “Peluche” sufrió un atentado en la cárcel como medida de presión para que Pablo dé la cara.
Escobar no pretende entregarse aunque todos le dicen que lo haga; una vez más se despide de su esposa y de sus hijos para internarse en el monte; sus secuaces le acondicionaron un lugar para esconderse y tuvo la visita de Mireya, la prostituta que siempre ha estado a su lado.