Los primeros indicios de que Pablo Escobar sería un hombre de poder fueron en su niñez, cuando negociaba con sus hermanos y hacía trampa en la escuela; en esa etapa también demostró sus dotes de liderazgo y recibió un consejo contundente de su madre.
En su juventud, Escobar quería cada vez más poder y también la atención de la chica que le gustaba. El primer negocio grande Pablo fue con el contrabando de cigarrillos. Después de su primera ganancia, no podía parar.